… mucho. Un millón de agujas en cada centímetro de mi cuerpo me torturan. Esta mañana mi cama y yo éramos un solo ser. Anquilosada, extenuada a pesar del sueño casi comatoso, me costó un mundo echar un pie al suelo.
Mens sana in corpore sano, que decía Platón. Se ve que me falta mucho, porque sigo igual de ida que antes… aunque tengo que reconocer que quemar energías ayuda a centrarse y a pensar (o a no pensar). Así que no me rendiré a pesar de andar todo el día maquinando cómo obtener el máximo rendimiento con el mínimo esfuerzo físico.
Como yo soy así de rarita mi año oficial empieza en septiembre. Es el mes de los principios, y de los “a partir de ahora…”. Así que anoche celebré mi nochevieja particular con helado de chocolate negro con trocitos de brownie (el dulce, no esos seres pequeñitos y traviesos que… en fin, eso) regado con un buen chorro de ron del bueno. Me lo gané, ¡qué narices! Hay que tener mucha moral para volver al gimnasio. ¿O no?
Pues oye... ¡¡¡Feliz año nuevo!!!
ResponderEliminarYo soy más rarito que tú... a mi directamente no me gusta el helado de chocolate, ahora a ver como superas eso. ;)
Un blogbesico y una caja de Pharmaton Complex.
Ole!!! Esta es mi niña!!! Feliz año nuevoooooo!!!!
ResponderEliminarY di que sí, la vuelta al gimnasio hay que celebrarla como dios manda!!!
Besitoooooooooos
Violeta... Ni caso a lo que te diga Ika, que es de esas personas que queda con la gente los días de lluvias torrenciales. :P
ResponderEliminarNo, si al final voy a tener que mediar yo en esto: El ron para Dammy y el helado para nosotras. Y que llueva lo que quiera, que es bueno pa'l campo.
ResponderEliminarMe alegra mucho teneros rondando por aquí. Besos a los dos por igual ^^
Yo no he celebrado nada, pero me he comido una tarrina de medio kilo de helado de stracciatella en tres dias
ResponderEliminarSigue así, sobri. ¡Estoy orgulloso de ti!.
A mi lo que me duele es que estés tantos días ya sin actualizar esto. :P
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