sábado, 10 de septiembre de 2011

Septiembre: todo patas arriba

De buenas a primeras me cambian de lugar de trabajo. "Absurdidades" de los listos de turno. Los cambios no tienen por qué ser malos aunque supongan dejar atrás la comodidad de la rutina y la compañía diaria de quienes más que compañeros son amigos (algunos).  No voy a quejarme; tal y como están las cosas soy afortunada. Eso sí, les echo muchísimo de menos.

Lo que sí me está alegrando la vida desde el miércoles pasado es un limón plumífero con cresta del que me enamoré a primera vista. No me dijeron la edad que tiene, pero investigando por ahí calculo que tendrá un mes aproximadamente. Todavía hay que darle papilla con una jeringuilla, lo que me ha supuesto levantarme hoy SÁBADO a las 7:45h de la mañana para enchufarle el desayuno. Y lo más curioso es que lo hago encantada. ¿Quién puede resistirse a esta cara de satisfacción?



En fin, que ya tengo nuevo compañero de piso y presiento que me va a dar muuuuuuuucha guerra. 

Y yo encantada ^^