martes, 13 de julio de 2010

Por empezar de alguna manera

Hace unos meses mi vida dio un giro de ciento ochenta grados. Salí del nido de mis progenitores de forma estudiada, sin prisas y sin agobios, con todos los cabos atados y con la completa seguridad de que nada podría fallar. Un trabajo estable, aunque el sueldo no sea precisamente boyante, fue lo que me empujó a dar el salto.

Tardé dos años en dormir por primera vez en MI cama. “Ya era hora” – me decían algunos. Les doy la razón; muchos se fueron con menos, de forma valiente y afrontando retos que a mí me habrían provocado un vértigo insuperable.

Qué le vamos a hacer, no me gusta quedarme con el culo al aire. Es algo que me enseñaron desde bien pequeña. Así que, en cuanto tuve mi vida más o menos resuelta, me decidí a vivirla por mi cuenta.

Ahora tengo mi propio hogar. Un piso en una zona céntrica pero tranquila, con vecinos a los que conozco de toda la vida y con los que sé que no voy a tener problemas. Se podría decir que estamos en familia (sin mencionar a los morosos del ático, a los que aún no les he visto el pelo).

Descontando la desorientación de los primeros días no me ha costado adaptarme. Tampoco ha sido para tanto. La plancha no resulta tan terrible y me llevo relativamente bien con Doña Vitro, aunque mis costumbres alimentarias (cuyo principal ingrediente es la lechuga) tampoco requieren demasiada habilidad.

Se podría decir que he conseguido lo que hace unos años se me antojaba más bien poco probable. Mi guarida, un lugar enteramente mío donde puedo hacer y deshacer a mi antojo y entrar y salir sin rendir cuentas a nadie. Soy la dueña y señora del mando de la tele, y nadie se queja si ando trasteando en internet a horas intempestivas.

Sin embargo, hay algo con lo que no contaba.

Nunca había pasado tanto tiempo a solas conmigo misma. Y a eso sí que cuesta acostumbrarse.

2 comentarios:

  1. ...Y no te pierdas detalle, o no disfrutarás del espectáculo.
    Hum... Ese "te", es hermano de tí te y contigo. Pues eso: No Te pierdas detalle.

    ResponderEliminar
  2. Enhorabuena por esa guarida!!! Ahora a disfrutarla, pero a salir de ella eeeeeeh!!! NO te me apolilles dentro por tal de disfrutarla al máximo!

    Yo estoy deseando tener la mía, supongo que algun día lo conseguiré ;)

    Muaaaacks

    ResponderEliminar